La artrosis es una degeneración progresiva de una articulación y estructuras asociadas. Algunas razas vienen predispuestas de forma congénita y otras simplemente la padecen por factores externos no heredados siempre y cuando tengan tendencia hereditaria.
La displasia de cadera es la afección hereditaria más frecuente en razas de gran tamaño. Consiste en el encaje dificiente entre la cabeza del fémur y el acetábulo del hueso de la cadera.
Entre los factores congénitos están:
- la raza, obviamente el Pastor Alemán es la raza más afectada de displasia de cadera congénita y puede llegar a un 30 % de los ejemplares. La artrosis es una patología con alta heredabilidad y los criadores lo saben y por tanto descartarán para la reproducción a los ejemplares afectados.
- la edad, cuanto mayor sea un animal, mayor riesgo de padecer artrosis y sus síntomas. Cuanto más joven, menos síntomas va a manifestar. Estos síntomas aumentarán en intensidad conforme la artrosis progrese en el tiempo.
- el tamaño, los perros más grandes son los más propensos. Hablamos de perros llamados de razas gigantes tales como Mastín Español, Dogo Alemán, Husky Siberiano, Rottweiller, etc.
Entre los factores externos están:
- la alimentación es perjudicial tanto en exceso como por defecto
- el exceso de ejercicio en el cachorro, excesos de saltos y excesiva carga física.
- exceso de suplementos de calcio ó vitamina C
- superficie resbaladiza en sus zonas de tránsito habituales durante el periodo de crecimiento.
Recomendamos:
- una vida saludable haciendo un ejercicio adaptado a la edad, constitución y estado de forma del animal
- uso de condroprotectores en la dieta en razas grandes desde una edad temprana para favorecer un correcto desarrollo y elasticidad de las estructuras articulares
- revisión periódica por el veterinario de las estructuras articulares en animales sospechosos e incluso control radiográfico de las mismas
- acudir al veterinario a la más mínima sospecha y en cualquier caso cuando exista una aparición súbita ó progresiva de cojera.
- recurrir a antiinflamatorios cuando exista dolor y/o fiebre para mitigar los síntomas.
- en última instancia, recurrir a especialista veterinario para intentar un abordaje quirúrgico definitivoEn la displasia se produce una serie de cambios degenerativos en la articulación coxo-femoral medibles mediante radiografía ventro-dorsal. A efectos prácticos, existen distintos grados de displasia que van desde grado A a grado E que se detectan mediante dicha radiografia.
La manifestación de la displasia se percibe con los siguientes síntomas:
- reacio a caminar, correr, mal humor.
- subir escaleras con el típico salto de conejo con las dos patas juntas
- dolor a la apertura de la pata hacia afuera ( movimiento de micción )
- dolor y atrofia de musculatura glútea y del muslo
- Detección de chasquido (test ortolani positivo) al movimiento forzado de la articulación
- curiosamente, a veces no están correlacionados los síntomas con las lesiones observadas mediante pruebas.
Finalmente, debemos siempre mirar por la calidad de vida del animal y evitar su sufrimiento por todos los medios posibles.
Por Carlos Moreno Pavón / Veterinario Husse

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